Regreso al bosque


Ayer volví al bosque donde fui dejado,
pequeño y temblando en la sombra sin fin.
Aún yacen los ecos del niño olvidado,
aún cruje el dolor… pero ya no en mí.

Las ramas ya no son garras que oprimen,
ni el viento susurra condenas al sol.
Hoy corro descalzo, las sombras se rinden,
y el bosque —mi cárcel— se ha vuelto mi rol.

No porque el terror haya sido borrado,
sino porque yo… he dejado de huir.


Raúl Hidalgo N. 2025

Comentarios