Recuerda que vas a morir cuando dudes de tu propio valor, cuando mendigues amor donde solo hay indiferencia. Cuando postergues lo que anhelas por miedo a fallar. Cuando busques en la mirada ajena el reflejo de tu dignidad perdida. Recuerda que vas a morir cuando la soberbia inunde tus venas y vistas tus logros como medallas para aplastar al mundo, en vez de como faros humildes que guíen tu propio camino. Recuerda que vas a morir para que ames sin demora a quien te ama sin condiciones, para que abraces el vértigo del riesgo como un signo de que estás vivo. Para que te liberes de la culpa, para que te perdones, para que al fin te habites. Recuerda que vas a morir no como amenaza, sino como consuelo. Porque al final del día, todo lo que vale cabe en el instante en que eliges vivir en paz contigo mismo. Grábalo en tu alma, como un eco antiguo que te despierte cada día: no para temer, sino para recordar que aún respiras.
Raúl Hidalgo N. 2025
Comentarios
Publicar un comentario